El rector, Santiago García Granda, ha visitado hoy viernes la Escuela Superior de la Marina Civil (Gijón/Xixón), acompañado del arquitecto Diego Cabezudo, que ha explicado las obras de rehabilitación de las cubiertas y fachadas cuyo proyecto elaboró y dirigió. Junto al Rector y al arquitecto han estado la vicerrectora de Recursos Materiales y Tecnológicos, Marta M.ª Hernando; el director de la Escuela, Rubén González Rodríguez; el jefe de Servicio de Infraestructuras, Alfonso Suárez Saro; y el arquitecto técnico de la Universidad, Guillermo Camblor, que asistió a Diego Cabezudo en la ejecución.

 

El objeto de la actuación, patrocinada por la Universidad de Oviedo, y que se desarrolló desde el pasado mes de agosto hasta enero, fue acometer en profundidad la renovación y rehabilitación de las cubiertas de chapa y policarbonato, mediante su sustitución por unas nuevas debido a los problemas de filtraciones que presentaban. La adjudicataria de las obras, tras un proceso de licitación abierta y pública, fue  la empresa constructora Construcciones Martínez Monasterio, S. L., por un importe de 725.638 euros.

 

Dichas obras han consistido en la sustitución de la totalidad de las cubiertas, formadas por paneles sándwich de acero lacado y bóvedas de policarbonato celular, por otras de mejores prestaciones. La renovación de estos elementos de protección frente al agua fue motivada por la existencia de numerosas filtraciones, la degradación de sus materiales a causa del tiempo transcurrido y de la acción de los rayos UVA.

 

Además de corregir los defectos de estanquidad, se aprovechó para mejorar la eficiencia energética del edificio, ya que las nuevas cubiertas planas y las bóvedas proyectadas tienen una transimitancia muy inferior a la original.

 

También se han repasado todas las fachadas, corrigiendo algunos desperfectos causados por la acción del tiempo, y se ha reparado el hormigón visto de las cuatro escaleras de emergencia situadas en los laterales del edificio. 

La Escuela Superior de Marina Civil, inaugurada en 1988, fue construida por la empresa Ferrovial según proyecto del propio Diego Cabezudo, resultado de un concurso nacional convocado al efecto, quien dirigió asimismo las obras junto con el aparejador Florentino Rodríguez Paredes.