Comunicado del rector a la comunidad universitaria sobre el campus de El Cristo
En estos días, la Universidad de Oviedo ha recibido dos importantísimos anuncios: la sustancial mejora de nuestra financiación en los próximos 10 años y, por fin, el desarrollo de un gran campus en El Cristo. Sin embargo, hay quien no ha asumido la relevancia de dar prioridad a los intereses comunes, no ha querido respetar la autonomía de la universidad y, lamentablemente, ha tratado de alterar el sentir democráticamente expresado de la comunidad universitaria asturiana y nuestro compromiso de servicio al desarrollo de la sociedad, de la que somos parte y a la que tanto agradecemos su apoyo.
Como sabéis, siempre hemos mantenido que la Universidad de Oviedo no iba a contribuir a esa ceremonia de ruido y furia en la que se empeña el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, y siempre hemos pedido respeto institucional. Hemos guardado silencio durante todos estos meses ante reiterados y gravísimos ataques verbales e institucionales. En el último Claustro, y también en Consejo de Gobierno, representantes de todos los colectivos pidieron que saliese en defensa de la dignidad y autonomía universitaria y siempre respondimos que no era el momento, que la universidad siempre habla con propuestas y hechos y así debíamos seguir dando ejemplo de saber estar institucional, como se espera de la universidad, lo que somos y lo que representamos.
Pero las declaraciones públicas que hoy difunden los medios de comunicación constituyen un inadmisible chantaje a nuestra institución. En ellas, Canteli amenaza con que no se nos permitirá cumplir con una de nuestras aspiraciones históricas, que más que nunca contribuirá a la regeneración de un espacio urbano, si no dejamos la Escuela de Minas donde está.
Hemos soportado ataques sin precedentes a nuestra autonomía, incluso insultos y descalificaciones. Creo que la Universidad de Oviedo no puede consentir ni quedar inerme ante semejante amenaza. Toca hablar.
Lamentablemente, Alfredo Canteli representa a los pocos que nunca han mostrado interés alguno en escuchar las razones de una decisión que le compete a la Universidad de Oviedo y que se ha tomado con criterio y tras largos e intensos debates. Nuestra principal motivación atiende a razones académicas y al empeño en garantizar la supervivencia de unos estudios que Asturias no debe perder y que no pueden estar hipotecados por la permanencia en un edificio.
Ya durante la campaña, en el programa electoral, en numerosas declaraciones ante nuestros órganos de gobierno o a los medios de comunicación y en reuniones con la comunidad universitaria hemos defendido que la universidad necesitaba una reordenación de espacios y que el futuro óptimo pasaba por concentrar la universidad en Oviedo en dos grandes campus. En ningún momento la Escuela de Minas va a quedar vacía o ser pasto de la especulación. Los 15.000 metros cuadrados de este emblemático edificio siempre tendrán uso universitario. Ahora, es un espacio necesario para aliviar el problema angustioso y urgente que tenemos en el Campus de Llamaquique.
Siempre hemos defendido que el desarrollo razonable para dar solución al problema de un campus, el de Llamaquique, que se ha quedado pequeño, es la puesta en marcha de los planes de ubicación en El Cristo, tantas veces proyectados y que, en ninguna ocasión, hasta ahora, han contado con una previsión de viabilidad. Este plan permitirá a la universidad disponer de espacios adecuados, modernos, funcionales e innovadores y regenerará una parte importante de la geografía de la ciudad. La Universidad de Oviedo no es el problema sino parte de la solución.
Hasta este momento, esta aspiración era un horizonte incierto. Hoy, es un horizonte definido y cercano (aunque aún queda mucho por hacer). Eso no significa que se echen por tierra los planes estratégicos o la solución buscada para Llamaquique. En primer lugar, porque se ignora que ese horizonte ya estaba en nuestros planes y estrategias y, en segundo lugar, porque se obvia que la solución transitoria para Llamaquique sigue siendo necesaria.
Nos gustaría que Alfredo Canteli pudiese comprender todo esto, entender el enorme impulso para la ciudad de Oviedo que supone este ambicioso plan. Oviedo es una ciudad universitaria y no una ciudad con una universidad. La Universidad de Oviedo es muchísimo más que un edificio. Esta visión resulta ofensiva para todos aquellos centros que desde siempre han sido la imagen señera de nuestra institución y también para los que vinieron después, tan importantes como los otros, porque la universidad es un todo y así debemos entenderla.
La voluntad de la Universidad de Oviedo es mantener la relación institucional con el Ayuntamiento de Oviedo. El diálogo y la búsqueda de entendimiento, incluso en las discrepancias, siempre han sido seña de identidad de nuestra universidad. Así será siempre. Esta es la universidad que queremos.
Ignacio Villaverde
Rector de la Universidad de Oviedo
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