Leopoldo Tolivar Alas, catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Oviedo, puso ayer el colofón a los actos conmemorativos de los 120 años de Extensión Universitaria en 2018, con una conferencia magistral pronunciada en el Paraninfo del Edificio Histórico. El acto estuvo presidido por el rector, Santiago García Granda, quien afirmó que "muchos hombres y mujeres, unos más anónimos que otros, han hecho esta Universidad a lo largo de más de cuatro siglos. Y entre ellos ha habido precursores y precursoras que es de justicia recordar y también reivindicar. El denominado Grupo de Oviedo que concretó el proyecto de la Extensión Universitaria es ineludible, por supuesto". Pero, para el Rector, "también es necesario ahondar en los mimbres que favorecieron que fraguase el adelantado pensamiento de aquel grupo, y entre ellos, por ejemplo, fue fundamental la figura de Leopoldo Alas, Clarín".

"Nadie mejor que Leopoldo Tolivar", señaló el Rector, "para hablarnos de ese entorno y esas circunstancias" que hicieron posible el proyecto del que se cumplen los 120 aniversario". Por eso, bajo el título "El contexto y algunos precedentes de la Extensión Universitaria", el catedrático Tolivar Alas hizo referencia a precedentes "entre los que destacan los discursos que, fundamentalmente profesores universitarios, dictaron en la antigua Escuela ovetense de Artes y Oficios desde 1880, en el solemne acto anual de entrega de premios y distinciones a obreros sobresalientes". Las conferencias estuvieron a cargo de todo el Grupo de Oviedo, y "Clarín" pronunció en 1891 la disertación acerca del "Alcance y manifestaciones de la instrucción de los trabajadores", según explicó Tolivar Alas. "¿Cabe más espíritu anticipado de la Extensión Universitaria? Y, sin abusar de la mención a Leopoldo Alas, parece inevitable recordar que al mismo y en octubre de dicho 1891, le correspondió el discurso de apertura de curso en la Universidad, que versó sobre ‘El utilitarismo en la enseñanza'. No sólo fue, por tanto, para Alas, el año de la publicación de ‘Su único hijo'", afirmó el profesor.

El conferenciante se detuvo, por ejemplo, en la Escuela de Artes y Oficios de Oviedo, que "surgió, dirá Canella –quien la estudia dentro de su Historia de la Universidad-, de ‘entusiastas y repetidos acuerdos de la Sociedad Económica de Amigos del País de Asturias', con una dirección pedagógica "inspirada un tiempo por Campomanes y Jovellanos" y que ‘encarnó con predilección la nueva vida docente a favor de las clases necesitadas para salvar la profunda crisis nacional a fines del siglo XVIII'. Y prestando ‘inolvidables servicios', como ‘su patriótica cooperación a la enseñanza primaria de niños y niñas, dibujo, veterinaria, agricultura y estudios superiores universitarios de Economía política y Ciencias'".

Siguiendo esta tradición "se creó, bajo los auspicios de quien fuera su principal promotor, don José González-Alegre y Álvarez, en 1878, la citada Escuela ovetense de Artes y Oficios, ‘auxiliando a su planteamiento la Revista de Asturias, dirigida por el señor Aramburu'. Allí aprenderían y perfeccionarían sus saberes y destrezas albañiles, carpinteros, canteros, obreros industriales, maestros de obras y capataces mecánicos". El profesor recordó que el primer reglamento interno de la Escuela fue redactado por Plácido y Adolfo Álvarez-Buylla, Diego Terrero, Genaro Alas, José María Flórez y Fermín Canella.

Los cursos de la Escuela de Artes y Oficios, "sin desdoro alguno de otras iniciativas de las que se guarda valiosa documentación en archivos, hemerotecas o Fundaciones con raíz pedagógica y obrera, a la par, como la José Barreiro, son, a mi entender, el anticipo más evidente de la Extensión Universitaria que ahora recordamos", aseguró Tolivar Alas. "Entre otras razones, porque ahí aparece en bloque el Grupo de Oviedo, por la temática y porque cesan apenas implantada la Extensión", subrayó.