La Universidad pone en marcha la Oficina de Atención a Personas con Necesidades Específicas
La institución académica habilita un servicio para apoyar a los universitarios con discapacidad y potenciar la atención a la diversidad
La Universidad de Oviedo abre la Oficina de Atención a Personas con Necesidades Específicas (ONEO) para atender al creciente número de estudiantes que requiere algún tipo de apoyo derivado de una discapacidad u otra circunstancia. El servicio, instalado en el Vicerrectorado de Estudiantes y Empleo, comenzó a funcionar el 1 de octubre y esta mañana ha sido inaugurado por el rector, Vicente Gotor y la consejera de Bienestar Social y Vivienda, Noemí Martín.
El rector destacó durante la presentación que esta oficina, incluida en las acciones del Campus de Excelencia Internacional (CEI), pretende la "plena integración de las personas con discapacidad y la atención a la diversidad" en el ámbito universitario. Por su parte, la consejera Noemí Martín hizo hincapié en la necesidad de apoyar a los colectivos más vulnerables y llegar al máximo grado de atención posible. Martín confió en que este servicio funcione a pleno rendimiento y se consolide en el tiempo. La Consejería de Bienestar Social y Vivienda aporta 120.000 euros para el funcionamiento de la oficina.
La ONEO ofrece atención profesional y personalizada a las personas que tengan algún tipo de necesidad específica, tengan o no una discapacidad reconocida. Es el caso por ejemplo de estudiantes con autismo, con enfermedad mental o con trastornos de dislexia o disgrafía. Actualmente la Universidad tiene matriculados a 250 estudiantes que han declarado tener un grado de discapacidad reconocido superior al 33 por ciento, aunque el número de usuarios final que puede tener el servicio es notablemente superior.
La vicerrectora de Estudiantes y Empleo, Susana López Ares, y el director de área de Servicios Universitarios, Eduardo Rodríguez, explicaron los principales programas de apoyo para las personas con necesidades específicas que se desarrollan en la institución académica y que ahora se ven reforzados con la ONEO.
Desde la Universidad se procura una atención personalizada para las necesidades de cada estudiante, desde la adaptación de exámenes para personas con algún tipo de discapacidad a problemas de dislexia, dificultad de aprendizaje, etc. Existe la figura del tutor, profesores próximos a los alumnos que realizan su seguimiento, y la figura del becario de acompañamiento: el alumno con necesidades específicas recibe el apoyo de un compañero de grupo en actividades académicas, tutorías prácticas, estudio, realización de tareas complementarias, etc.
Los estudiantes con discapacidad suponen algo más del 1% de matrícula, mientras que la media española es del 0,6%, lo que constata una creciente incorporación de este colectivo a los estudios universitarios y también una mayor atención y seguimiento por parte de la institución Académica. La vicerrectora de Estudiantes indicó que aproximadamente unos 25 alumnos con necesidades específicas termina sus estudios cada año, e incluso uno de los Premios Extraordinarios Fin de Carrera que se entregarán en noviembre es para un estudiante con déficit auditivo.
El rector destacó durante la presentación que esta oficina, incluida en las acciones del Campus de Excelencia Internacional (CEI), pretende la "plena integración de las personas con discapacidad y la atención a la diversidad" en el ámbito universitario. Por su parte, la consejera Noemí Martín hizo hincapié en la necesidad de apoyar a los colectivos más vulnerables y llegar al máximo grado de atención posible. Martín confió en que este servicio funcione a pleno rendimiento y se consolide en el tiempo. La Consejería de Bienestar Social y Vivienda aporta 120.000 euros para el funcionamiento de la oficina.
La ONEO ofrece atención profesional y personalizada a las personas que tengan algún tipo de necesidad específica, tengan o no una discapacidad reconocida. Es el caso por ejemplo de estudiantes con autismo, con enfermedad mental o con trastornos de dislexia o disgrafía. Actualmente la Universidad tiene matriculados a 250 estudiantes que han declarado tener un grado de discapacidad reconocido superior al 33 por ciento, aunque el número de usuarios final que puede tener el servicio es notablemente superior.
La vicerrectora de Estudiantes y Empleo, Susana López Ares, y el director de área de Servicios Universitarios, Eduardo Rodríguez, explicaron los principales programas de apoyo para las personas con necesidades específicas que se desarrollan en la institución académica y que ahora se ven reforzados con la ONEO.
Desde la Universidad se procura una atención personalizada para las necesidades de cada estudiante, desde la adaptación de exámenes para personas con algún tipo de discapacidad a problemas de dislexia, dificultad de aprendizaje, etc. Existe la figura del tutor, profesores próximos a los alumnos que realizan su seguimiento, y la figura del becario de acompañamiento: el alumno con necesidades específicas recibe el apoyo de un compañero de grupo en actividades académicas, tutorías prácticas, estudio, realización de tareas complementarias, etc.
Los estudiantes con discapacidad suponen algo más del 1% de matrícula, mientras que la media española es del 0,6%, lo que constata una creciente incorporación de este colectivo a los estudios universitarios y también una mayor atención y seguimiento por parte de la institución Académica. La vicerrectora de Estudiantes indicó que aproximadamente unos 25 alumnos con necesidades específicas termina sus estudios cada año, e incluso uno de los Premios Extraordinarios Fin de Carrera que se entregarán en noviembre es para un estudiante con déficit auditivo.
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