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Cuatro decanos reivindican el papel esencial de la Pedagogía para afrontar los desafíos de una sociedad cambiante

La exdecana Aquilina Fueyo, los exdecanos José Miguel Arias y Juan Carlos San Pedro y el actual decano Celestino Rodríguez evalúan los retos de la especialidad ante el futuro más próximo | Los cuatro coinciden en que la disciplina debe renovarse para proporcionar respuestas a demandas sociales crecientes en un contexto cada vez más dinámico e incierto

La pedagogía debe renovarse para proporcionar respuestas a demandas sociales crecientes en un contexto cada vez más dinámico e incierto. Este es uno de los muchos puntos de coincidencia de los cuatro docentes de la Universidad de Oviedo en activo que han pasado por el decanato de la Facultad de Formación del Profesorado y Educación, antes Facultad de Ciencias de la Educación. Coincidiendo con la conmemoración mañana viernes del Día de la Pedagogía, los cuatro abogan además por potenciar la dimensión social de la Pedagogía y reivindican el papel de los pedagogos como profesionales esenciales en la formación de una ciudadanía preparada para afrontar los desafíos que tenemos como humanidad.   
 
El grado de Pedagogía se imparte en Asturias en la Facultad de Formación del Profesorado y Educación, constituida formalmente en 2010 como resultado de la fusión de la Facultad de Ciencias de la Educación y la Escuela Universitaria de Magisterio. La facultad cuenta actualmente con 2300 alumnos, más de 250 profesores y 20 personas de administración y servicios. Los estudios específicos de Pedagogía comenzaron en 1976. Los cuatro docentes que continúan en activo y que han pasado por su decanato son Aquilina Fueyo y José Miguel Arias, decana y decano de la entonces Facultad de Ciencias de la Educación, y Juan Carlos San Pedro y Celestino Rodríguez, exdecano y actual decano de la Facultad de Formación del Profesorado y Educación, respectivamente. Se recogen a continuación sus reflexiones sobre los retos que deberá encarar la especialidad en el futuro más cercano.
 
Aquilina Fueyo, exdecana de la Facultad de Ciencias de la Educación
La profesora del Departamento de Ciencias de la Educación destaca que la Pedagogía y sus especialistas y profesionales deberán aportar conocimiento y experiencias para orientar una educación de calidad para toda la ciudadanía en los diferentes niveles educativos y, especialmente, para formarla de manera que pueda afrontar los desafíos que tenemos como humanidad. Fueyo incluye, entre estos desafíos, cuestiones relacionadas con la sostenibilidad del planeta, la paz, la igualdad de género y la interculturalidad. "Formar profesionales suficientemente preparados para esos desafíos es un reto fundamental que requiere potenciar la investigación, la innovación y la práctica pedagógica a todos los niveles". 
 
Para esta profesora, la pandemia ha puesto sobre la mesa otros desafíos que no pueden dejarse de lado como son el afrontar la formación para la brecha digital de forma que toda la población pueda beneficiarse por igual del uso de la tecnología para la educación y para la mejora de su vida, pero también educarse críticamente para vivir en un contexto de capitalismo digital en el que la información se usa muchas veces para desinformar o manipular a la ciudadanía. "La eclosión de los espacios virtuales para la formación requieren de la investigación pedagógica para que no sean meras soluciones instrumentales para hacer lo de siempre, solo que ahora en el mundo digital", subraya. 
 
José Miguel Arias, exdecano de la Facultad de Ciencias de la Educación
Para este profesor del Departamento de Ciencias de la Educación, los cambios sociales, la velocidad a la que avanzan las tecnologías de información y comunicación, el aprendizaje a lo largo de la vida y las nuevas ocupaciones o profesiones nos sitúan ante un panorama en el que "la educación se convierte o debería convertirse en una de las principales preocupaciones de la sociedad y, especialmente, de sus responsables", sostiene.  "Se trata de educar a las generaciones futuras y de reeducar a las generaciones actuales", añade.
 
Ante este panorama, la Pedagogía debe, a su juicio, realizar análisis rigurosos y proporcionar respuestas y soluciones a la problemática que genera este contexto dinámico e incierto. Entre los principales retos que cita Arias, están "las nuevas formas de enseñar para las nuevas formas de aprender, pensando en personas de todas las edades; proporcionar formas rigurosas de evaluar los aprendizajes y de conseguir que la propia evaluación contribuya a esos aprendizajes, y la formación de los profesionales de la educación para facilitar el acceso de toda la ciudadanía a la educación según los principios de calidad y equidad".
 
Juan Carlos San Pedro, exdecano de la Facultad de Formación del Profesorado y Educación
También profesor del Departamento de Ciencias de la Educación, Juan Carlos San Pedro fue el primer decano de la facultad con su denominación actual. En su opinión, la Pedagogía debería configurarse como un motor activo que garantice un adecuado desenvolvimiento en la búsqueda e implementación de respuestas a las necesidades del tejido social, del laboral o profesional y del sistema educativo. "Mi reflexión iría en este sentido, en el planteamiento y desarrollo de un ejercicio académico y profesional no autocomplaciente, que intente profundizar en el conocimiento y mejorar su aplicación al encarar esos tres contextos dinámicos que evolucionan y cambian a una velocidad endiablada", sostiene. Estamos hablando de procesos de enseñanza y de aprendizaje y de investigación, pero también de intervención, de asistencia, de acompañamiento o del desarrollo de dinámicas de cambio. "El ser humano aprende y desaprende desde su nacimiento hasta el envejecimiento de forma muy compleja y, en ese recorrido en el que nos construimos y reconstruimos de forma continua, veo la necesidad de un profesional que ayude, oriente e intervenga en esos procesos de adaptación a condiciones personales y contextuales cambiantes", añade. 
 
San Pedro hace hincapié también en la necesidad de una mayor integración de ese profesional en equipos interdisciplinares y en problemáticas en las que hoy aún está ausente. "Si damos por sentado que esos procesos a los que se busca dar respuesta son extremadamente complejos, no puede pensarse que las competencias de ningún profesional ocupado y preocupado en la cuestión vayan a ser absolutas. Es necesario apostar por la participación conjunta y coordinada con otros profesionales, formadores de carácter diverso, diseñadores y desarrolladores de contenidos, trabajadores y asistentes sociales, responsables institucionales…", apunta.
 
Por último, destaca San Pedro que la frase hacer pedagogía, tan usada comúnmente, representa de forma impagable aquello que la sociedad aun entiende por Pedagogía y que no incorpora lo que, a su juicio, es más importante: "la necesidad y conveniencia de entender al que escucha y de adaptarnos a sus dificultades para poder ayudarle a aprender a vivir un poco mejor, una meta inalcanzable, pero por la que aun merece la pena seguir trabajando", asegura.
 
Celestino Rodríguez, decano de la Facultad de Ciencias de la Formación del Profesorado y Educación
El actual decano de la facultad subraya que, por definición, el pedagogo y la pedagoga, y por extensión la Pedagogía, es el experto en educación formal y no formal que investiga la manera de organizar mejor sistemas y programas educativos, con el objeto de favorecer al máximo el desarrollo de las personas y las sociedades. Estudia la educación en todas sus vertientes: escolar, familiar, laboral y social. En este contexto, "el grado de Pedagogía tiene un importante reto por delante, que no es otro que el de poner de relieve la necesidad de focalizar la formación de los futuros titulados en los ámbitos de trabajo identificados en las vertientes descritas, con una mayor especialización en cada uno de ellos, y dotando al título del significado suficiente para ajustarse al corpus de conocimiento de la profesión ante el mercado de trabajo". 
 
En definitiva, para el decano de la facultad, el titulo debe adaptarse a una demanda de la sociedad y la Educación y hacerlo, además, de forma especializada. "En el momento actual, el título de Pedagogía tiene que pensar en el futuro de forma renovada, con la idea de que, en educación, independientemente de lo bien que sepamos hacer aquello que hacemos, nuestro cometido nunca es estrictamente un trabajo individual, sino una tarea proyectada hacia lo social y toma verdadera dimensión, precisamente cuando se comparten objetivos y sinergias". Con todo ello, el título responderá a las expectativas, con el objetivo de "poner en valor a pedagogos y pedagogas como profesionales esenciales para la sociedad", concluye Rodríguez.