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La Fundación Siloé, Premio 'Ana Casanueva' 2020

La entrega del galardón se llevará a cabo el próximo 1 de octubre en una ceremonia que se celebrará a las 19:00 horas en el Paraninfo del Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo

La Fundación Siloé ha sido la entidad galardonada con el Premio "Ana Casanueva" 2020, que consiste en un premio único de 50.000 euros. La decisión del jurado, conformado por el rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda; Alberto Aza Arias, consejero Permanente de Estado; Carlos Fernández Collado, presidente de la Asociación Iberoamericana de la Comunicación; José Luis García Delgado, ex rector de la Universidad Menéndez Pelayo; y Rosa María Menéndez, presidenta del CSIC, fue comunicada a los medios de comunicación esta tarde en el Hotel de la Reconquista (Oviedo/Uviéu) por Santiago González-Alverú Nieto, quien actuó como secretario.
 
El Premio "Ana Casanueva", convocado por el empresario y filántropo astur-mexicano Carlos Casanueva Varas y la Asociación Iberoamericana de la Comunicación (ASICOM) en colaboración con la Universidad de Oviedo, tiene como objetivo reconocer el trabajo de organizaciones no gubernamentales, instituciones de asistencia privada, fundaciones, asociaciones civiles y organismos sin fines de lucro que cuenten con una trayectoria de al menos cinco años a partir de la constitución legal de la organización y que operen en el  Principado de Asturias, con un premio único de 50 mil euros para aquéllas cuyos proyectos hayan sido los más destacados durante el año 2019 en temas de impacto social en Asturias. 
 
Los ejes temáticos para otorgar el premio son: atención y apoyo a población en condiciones de desventaja, exclusión social o pobreza; generación de oportunidades y acceso a educación y formación; acceso a servicios sociales y de salud; apoyo a migrantes, y trabajo con grupos vulnerables o en riesgo.
 
La Fundación Siloé comenzó su trayectoria en el año 1989, en el Centro Penitenciario «El Coto», en Gijón, desde el trabajo social del equipo pastoral y voluntariado cristiano de prisiones. Tiene como bases fundamentales la atención de personas en situación de vulnerabilidad, especialmente menores y jóvenes en situación de riesgo social, personas con discapacidad intelectual, personas afectadas por VIH o SIDA y con patologías clínicas que precisen cuidados especiales, personas con problemas de drogodependencias y aquellas afectadas por trastornos mentales.