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Exposición del pintor Manuel García Linares en el Edificio Histórico

Desde el miércoles 15 de enero, a las 19 horas, en la Sala de exposiciones del Edificio Histórico (Oviedo/Uviéu), puede visitarse la muestra 'Linares. Recorridos y miradas', del pintor Manuel García Linares. La exposición estará abierta al público del 15 de enero al 16 de febrero en el siguiente horario: de lunes a viernes (de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:30h, sábados (de 10:00 a 19:30h) y domingos y festivos (de 10:30 a 14:30h).

"Concebida por el artista como una pequeña retrospectiva, la exposición de Linares en la sala de la Universidad de Oviedo es buen exponente de los recorridos y las miradas de este artista asturiano desde el inicio de su trayectoria pictórica hasta el momento actual. Una trayectoria marcada por la voluntad figurativa, expresionista en la Serie Negra de la etapa de juventud de los años sesenta del siglo XX (El llanto), más realista en obras puntuales (Vagabundos) y esencialmente simbolista cuando en la madurez de la década de los setenta adopta como tema preferente el mundo rural de su entorno natal. Surge entonces en su obra una nueva forma de mirar, de sentir y de representar el campo y su gente (Vieja campesina) centrada en la plasmación de una esencia interiorizada de la vida rural que llegó a convertirse en representativa de su estilo. En ella, las figuras y el entorno vaqueiros, desprovistos de los tópicos habituales, representados en su esencialidad y fusionados en un todo indisoluble lograron alcanzar la categoría de iconos universales del mundo rural.

Y junto al campo el mar, que se convierte a partir de los años ochenta en otro tema recurrente de su pintura. Un mar próximo y amable, un mar de playa, pero también insondable en su infinitud y misterio, donde las figuras, generalmente representadas de espalda, miran hacia el horizonte sin dejar clara la intención y el significado de su mirada ¿simple contemplación, búsqueda, añoranza, …? (Hacia donde), unas obras sugerentes, que invitan a la reflexión y se muestran envueltas por un halo de melancolía.

Pero los recorridos por la pintura de Linares están guiados por otros muchos hilos conductores. En ellos, su mirada traduce con ternura el mundo íntimo de la vida familiar (Mi abuela, Contraluz); interpreta el tipismo de las gentes conocidas en sus viajes a Hispanoamérica; capta la belleza del desnudo; o da cuenta de su visión pesimista del mundo a través de figuras desesperadas (¿Por qué?) y gentes desfavorecidas.

Miradas que también se detienen en el paisaje, más frecuente en una etapa inicial y en la obra más reciente, pero que jalonan su trayectoria impulsados por su curiosidad y la atracción que le suscitan los paisajes naturales y los rincones urbanos, el territorio más próximo y los múltiples países visitados en sus viajes, y con Navelgas como punto de partida en un cuadro infantil de 1953, calificado por el artista de "primitivo total"".

Soledad Álvarez

Catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Oviedo

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