La investigación, en la que ha colaborado el Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA-CSIC), ha aparecido en la revista internacional 'Journal of Food Composition and Analysis'
Personal investigador de la Universidad de Oviedo, en colaboración con el Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA-CSIC), ha publicado unas Tablas de Composición de Alimentos Infantiles Procesados con información nutricional de 568 productos, en el contexto de un proyecto europeo que descifrará en los próximos años el papel de la nutrición temprana en el desarrollo de la microbiota del recién nacido o de la recién nacida. Dicha tabla se ha publicado en la revista internacional "Journal of Food Composition and Analysis", y se encuentra además disponible en la página web de la Universidad de Oviedo, donde se puede descargar de forma libre, tanto en español como en inglés.
Las bases de datos de composición de alimentos constituyen una herramienta fundamental para conocer la ingesta de energía y nutrientes de los distintos alimentos que consumimos. Sin embargo, las más utilizadas a nivel nacional no incluyen alimentos procesados especialmente diseñados para niños y niñas de 0 a 12 meses. Por ello, se elaboró una nueva base de datos que recopila la información nutricional de productos especialmente diseñados para población infantil, clasificados en cuatro categorías: leche materna (11 tipos el según periodo de tiempo), fórmulas infantiles, cereales y papillas y triturados infantiles. Estas tablas incluyen información sobre el contenido en energía, macronutrientes, micronutrientes, grasas y otros componentes como fructooligosacáridos (FOS), galactooligosacáridos (GOS) y taurina.
En la investigación participaron Sonia González Solares, profesora del Área de Fisiología de la Universidad de Oviedo, Silvia Arboleya y Miguel Gueimonde, del IPLA-CSIC, y María Martín, becaria FPU de la Universidad de Oviedo, que forman parte del grupo de Dieta, microbiota humana y salud, del Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA). En primer lugar, llevaron a cabo, durante varios meses, una búsqueda de los productos infantiles comercializados en las grandes superficies, realizando fotografías del etiquetado nutricional y los ingredientes de cada producto. Con esa información, y con material complementario recopilado de las páginas web de las casas comerciales, se elaboraron las tablas en las que se detalla el contenido en energía, vitaminas, minerales, fibra, etcétera.
La profesora Sonia González Solares señala que "la composición de casi todas las formulas infantiles es prácticamente igual, y solo cambia algún componente que se suele mencionar de forma expresa en el etiquetado". En cuanto a las fórmulas para los primeros días, la investigadora indica que "pueden no cubrir las necesidades del recién nacido, ya que difieren considerablemente de la composición media de la leche materna en los primeros días o calostro, y están pendientes pensadas para un rango de edad muy amplio que va de 0-3 meses". Los potitos, por su parte, "presentan muy poca información sobre vitaminas, fibra u antioxidantes", y respecto a los cereales infantiles, "una ración cubre una buena parte de las cantidades diarias de hidratos de carbono del bebé", explica González Solares.
La información de las tablas puede ser útil para pediatras o personal investigador que quiera profundizar a nivel de nutriente, y para la ciudadanía en general que tenga interés por comparar los productos que hay en el mercado a la hora de elegir el que prefieren. En este sentido, todas las personas interesadas pueden acceder a las tablas y comparar por categoría de productos el contenido en energía, hidratos de carbono, lípidos, proteínas y vitaminas, entre otros.
El proyecto europeo en el que se enmarca este trabajo, JPI (EarlyMicroHealth), analizará el impacto de la dieta de casi 200 niños y niñas desde el nacimiento hasta los dos años de vida.