La Universidad de Oviedo ha recibido un nuevo fragmento del meteorito que cayó en Cangas de Onís el 6 de diciembre de 1866. La familia Valdés González-Rubín entregó este martes al rector de la institución académica asturiano, Santiago García Granda, una piedra, una condrita, de 333 gramos que será exhibida junto al resto de las piezas recogidas de este meteorito en el Museo de Geología de la Universidad. Se repetía de este modo una escena que protagonizó la  misma familia que ya había donado otras partes del meteorito.

 

Con motivo de la entrega, se celebró en la Casa de Cultura de Cangas de Onís un acto institucional, al que asistió el rector, y que incluyó la conferencia de Luis Miguel Rodríguez Terente, director-conservador del Museo de Geología de la Universidad, titulada El meteorito de Cangas de Onís: ciencia e historia.

 

El director del museo dividió su charla en dos bloques. En el primero, abordó el origen y naturaleza de los meteoritos, cómo se encuentran, estudian y clasifican, así como los efectos de los impactos en La Tierra. Rodríguez Terente fue relatando todos los aspectos históricos de la caída así como lo sucedido con las muestras desde que se recogieron hasta nuestros días, incluyendo el nefasto suceso de la desaparición del Gabinete de Historia Natural de la Universidad de Oviedo en 1934.

 

El director analizó así desde su recuperación fortuita a mediados de los 50 hasta su ubicación definitiva en el Museo de Geología y recordó además que 25 instituciones del mundo conservan actualmente alguno de los fragmentos. La charla finalizó con los aspectos científicos más relevantes que han sido descubiertos en la última década acerca de su edad (4.557 millones de años), su origen (está compuesto por tozos de otros meteoritos que colisionaron entre sí) o del tamaño del asteroide del que formaron parte (de unos 100 km de diámetro).